domingo, 28 de septiembre de 2008

Agua y paranoia

En mi afán de seguir contándoos cosas de por aquí que me resultan bastante llamativas hoy le toca el turno a dos temas que tienen bastante que ver, me explico...

En China no se puede beber el agua del grifo, en Pucela también hay gente que no bebe agua del grifo porque no le gusta, yo por ejemplo soy de los que toda la vida he bebido agua del grifo, aún estando en la zona que nos llega agua de la potabilizadora de San Isidro, que sabe bastante más chunga de la que viene de las Eras (la que bebéis los de Parquesol, por poner un ejemplo). En China no, aquí no se puede beber el agua del grifo porque no es potable, punto pelota.

Pese a todo lo que le falta a este megapaís por avanzar (hablando en términos higiénico-sanitarios, si hablamos en términos de libertades ya es harina de otro costal, aunque creo que a este respecto se ha dado mucho bombo durante las olimpiadas por razones muy poco filantrópicas, pero esto ya es material para otro post) se me sigue haciendo muy raro que en una megalópolis petada de rascacielos y lujos que rozan lo obsceno (tema para otro post también) como en la que me hallo no puedan tener algo tan básico como agua corriente potable. Cuando pregunto a la gente por esto lo ven como algo normal (obvio) y que han solventado de una forma relativamente efectiva, mediante máquinas con garrafas gigantescas de las que sale agua fría y caliente. En todos sitios hay tiendas donde tienen este tipo de garrafas y que te llevan a casa (pagando, claro).

Hasta aquí relativamente normal, el problema viene cuando te interesas por la razón, y obviamente la razón es que el agua tiene bichitos... Según llegué el primer día al apartamento vi un interesante electrodoméstico de razonable tamaño (como una lavadora) el cual me produjo gran alegría porque reconocí como un horno, una vez lo abrí me di cuenta de que no, que era un lavavajillas, lo cual también estaba bien. Sorpresa mayúscula cuando ese día por la noche según voy a meter los platos en el "lavavajillas" me encuentro con que el susodicho no tiene ningún sitio por el que salir agua y sí tiene una especie de lámpara ultravioleta dentro... El puto electrodoméstico es un "desinfectador de platos", es decir, tú lavas los platos, los metes dentro y el aparato le quita a los platos los bichitos que se hayan quedado en ellos por haberlos lavado con agua no potable. Una vez recuperado del chasco que me produjo el no tener lavavajillas (ni horno) sino un aparato raro que nunca había visto me decidí a usarlo... El aparato, listo de él, amén de desinfectarte los platos también los seca (al final casi es un horno), tan bien los seca que los restos de pegamento de una pegatina de una de las cucharas se derritió por todos los cacharros generando una fantástica fiesta de platos limpios recubiertos de pegamento quemado imposible de quitar, eso sí, sin bichitos... Mención aparte que el aparato se enciende cuando quiere, lo cual decidí solucionar dejando la puerta abierta... Claro, que como él es más listo que yo decidió que para que me diese cuenta de que me había dejado la puerta abierta sin querer lo mejor era pegar pitidos del infierno hasta que lo cerrase y luego ya, eso sí, ponerse en marcha él solo... Todo esto a las 5 de la mañana... En el momento en que mi afán científico me haga analizar las consecuencias de una caída libre del susodicho desde una planta 33ª hago un vídeo y os lo enseño...

Sigo con el agua... Me voy al súper a comprar detergente y suavizante y de repente veo una sección entre medias de ambos con un producto que desconozco pero que lleva una espada de color verde en la botella. Afortunadamente en este momento estaba con mi compañera de curro, que amablemente me explicó que aquello era "desinfectante para la lavadora", como yo ya tenía la paranoia de los bichitos en el agua tras ver lo del electrodoméstico me lo compré. El líquido de mierda éste se echa en la lavadora junto con el suavizante para que desinfecte... Y vaya si desinfecta, la asquerosidad ésta se come los bichos del agua, los bichos de la ropa, los bichos de mi piel, mi piel y mis uñas. Conclusión, que me pica todo el cuerpo de la irritación y que ya no lo uso más, prefiero tener bichitos en los gayumbos antes que una capa de clorhídrico, que eso te tiene que dejar estéril fijo.

Y todo esto es a lo que iba de la paranoia, resulta que hablando con más gente me han comentado que estas cosas no se han utilizado nunca en China, pero que desde hace unos años han empezado a comer la cabeza a la gente desde la publicidad para que compren estas porquerías, pero que aún así la mayoría de la gente no los usa y no les pasa nada. A todo esto le unes que casi todos los pisos tienen rejas (hasta las décimas plantas!! Como no les atraque spiderman,..) y que mi apartamento tiene DOS puertas de seguridad una detrás de otra... La verdad es que de momento a mí no me ha dado tal sensación de inseguridad, pero esta gente vive con un pánico que no es ni medio normal...

Por hoy ya vale, ya os contaré más esta semana que además son vacaciones aquí, me dedicaré a colocar un poco la oficina (que no es que me haya vuelto un yuppie, es que como aún no conozco a nadie me aburro) y a hacer un poco de turismo.

Muchas gracias a todos/as por los comentarios del anterior post, se agradece un montón saber que estáis ahí, también muchas enhorabuenas a todos/as los que estáis presentando estos días... Y si salís a tomar algo estos días tomaros una a la salud del difunto señor Newman, que era un buen tío.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Presentación

Bueno, pues aquí estoy, presentando lo que será mi bitácora durante el tiempo que permanezca en Cantón, antes de nada quisiera agredecer los mails recibidos y los comentarios del post de prueba (lo eliminé chavales, no quedaba muy elegante como comienzo). Lamento no haber dado señales de vida hasta ahora, sólo llevo tres días en el apartamento e interné me lo han puesto hoy, amén de que como imaginaréis estoy bastante liado montando la oficina.

No sé muy bien cómo empezar... Bueno, quizás presentando el blog sea una buena forma, doy por hecho que no habrá ningún/a lector/a que no me conozca, por lo que me ahorraré presentarme yo, digo. Al fin y al cabo mi intención con este blog no es que el mundo me conozca, sino que vosotros/as, mi gente, sepáis de mis andanzas. A lo que iba (como veréis me pasa lo mismo hablando que escribiendo, me voy por las ramas que da gusto), mi intención con este blog no es sólo contaros mi día a día, como lo fue en el otro blog que tuve durante la Erasmus, supongo que os será de mucho más interés que os transmita mis impresiones de esta parte del mundo más que la cantidad de cervezas que me voy bebiendo (que con esto no quiero decir que me arrepienta del otro blog, una Erasmus es para lo que es). También de vez en cuando postearé cosas no relacionadas con China, como qué disco tengo más rallado desde que he llegado aquí, el libro que me he leído estas dos semanas (que no se lo comen ni los cochinos) o el arroz con cosas que me preparé anoche pa' cenar y que me quedó de vicio.

Ya habrá tiempo para explicaros poco a poco mi día a día, por de pronto decir que me va bien, que estoy muy liado, que el apartamento está genial (estoy en la trigésimotercera planta de un edificio a diez minutos de la oficina, os dejo foto de lo que veo desde mi balcón) y que os echo mucho de menos. Bueno, bueno, sentimentalismos no gracias, que como diría el Abel no es tu estilo chico, joder. Lo cierto es que ser occidental aquí te abre algunas puertas y te cierra otras, pero de modo general no he encontrado reticencias, a nivel comercial son bastante trafulleros, pero entre ellos también, así que no hay otra.

Y para finiquitar esta presentación (la semana que viene son vacaciones, así que postearé a menudo, de todos modos tengo llamadas gratis a fijos con el skype, así que ya comunicaremos de una manera más directa) y aprovechando que andamos ahora todos/as en internet os cuento un poquito de China, la famosa censura de Internet.

Ejemplos de páginas que yo sí puedo ver y que pensaba que no podría: esta o esta. Ejemplos de páginas que pensaba que no podría ver y que efectivamente no puedo ver: esta, esta otra o cualquiera de las que aquí aparecen. Aunque como bien sabéis en internet es fácil saltarse los filtros, en este caso tan fácil como usar un túnel.
Y claro, me queda una combinación, páginas que supondría que podría ver y no puedo... Pues la inmensa mayoría de páginas de mamellas, así es amigas y amigos, el todopoderoso gobierno chino considera más subversivo el porno que la página de Amnistía, lo mismo con el tiempo me entero de la razón y os lo explico. Por cierto, nota al margen, según estaba probando las páginas me han llamado al móvil de la policía, casi me da un jamacuco, resulta que era para que fuera mañana a recoger unos papeles...

Y por hoy nada más, me dejo un montón de cosas por contaros, pero ya habrá tiempo...

Un abrazo enorme

艾康邦


(mi nombre en chino, como no sé escribirlo me han dado un sello, en pinyin es ài kāng bāng, que suena algo así como ai-kan-pan, pero vamos que podéis seguir llamándome Edu ;-p)